Obesidad ¿quién es el responsable?

La prevalencia de la obesidad (% de personas con obesidad) ha aumentado drásticamente en todo el mundo, lo que ha provocado una variedad de problemas de salud peligrosos, como las enfermedades cardiovasculares (ECV) y la muerte prematura. La obesidad abdominal, que generalmente se evalúa mediante la circunferencia de la cintura o el índice cintura-cadera (ICC), se asocia con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares y mortalidad, independientemente de la obesidad general medida por el índice de masa corporal (IMC).
Al hablar de obesidad nuestro cerebro (casi automáticamente) toma posición en las dietas inadecuadas como las únicas y totales responsables. Por otro lado, un porcentaje menor de la población suele culpar a la “herencia familiar” esa acumulación de tejido adiposo principalmente en la zona abdominal. Finalmente, muchas personas (particularmente los hombres) hablan de una “barriga cervecera” pero al final de cuentas… ¿Quién tiene razón? ¿Quién o qué es el responsable de que nuestro abdomen acumule tejido adiposo?
La respuesta, por más que no lo parezca, es un tanto compleja. La obesidad, que está adquiriendo proporciones alarmantes como ya mencionamos, se ha atribuido principalmente a 4 factores: factores genéticos, disfunción hipotalámica, bacterias intestinales y aumento en el consumo de alimentos ricos en energía. Estudios recientes han demostrado que las bacterias intestinales en humanos y ratones obesos difieren de las bacterias en individuos delgados lo que se estima que estas diferencias podrían desencadenar una inflamación sistémica de bajo grado. El consumo de una dieta rica en calorías que inicia y perpetúa la obesidad podría deberse a la falla de los mecanismos homeostáticos que regulan el apetito, el consumo de alimentos y el equilibrio energético. Por otro lado, los factores hipotalámicos que regulan las necesidades energéticas del cuerpo controlan el apetito y la saciedad, y las bacterias intestinales que participan en la digestión de los alimentos juegan un papel fundamental en la aparición de la obesidad. Pero… ¿Qué sabemos de los factores genéticos?
Cuando hablamos de factores genéticos usualmente nos estamos refiriendo a cambios en nuestro ADN (ácido desoxirribonucleico) que pueden, o no, estar relacionados con alguna afección. Nuestra información genética se encuentra en el ADN mayoritariamente en forma de genes. Cuando se estudió una posible asociación entre la masa grasa y la variación de un gen asociado a la obesidad (FTO) se observó que el genotipo FTO se asoció significativamente con la variación en consumo de energía. Así como se encontró que variaciones en FTO están relacionadas con el aumento de tejido adiposo también se encontraron variaciones con efecto similar en otros genes tales como MC4R, UCP, FOXC2 y adiponectina.
Al día de hoy la cantidad de evidencia en relación con la “multicausalidad” de la obesidad es abrumadora. Todos los días nuevos estudios salen a la luz y estamos más cerca de una comprensión más acabada de este fenómeno.
Gracias por llegar hasta aquí y cuéntanos en los comentarios si conocías o no esta información.

Fuente:
Das, U. N. (2010). Obesity: genes, brain, gut, and environment. Nutrition, 26(5), 459-473.